Minerales

Las necesidades de micronutrientes de los jóvenes son elevadas durante la adolescencia para soportar el crecimiento y desarrollo físico. Los micronutrientes que intervienen en la síntesis de la masa corporal magra, los huesos y los eritrocitos sanguíneos son especialmente importantes durante la adolescencia.

Se necesitan vitaminas y minerales que intervienen en la síntesis de proteínas, ADN en mayores cantidades durante el período de crecimiento rápido. Las necesidades declinan una vez que la maduración física es completa; sin embargo, las necesidades de vitaminas y minerales que intervienen en la formación ósea están elevadas a lo largo de la adolescencia y en la edad adulta; debido a que la adquisición de la densidad ósea no se ha completado al final de la pubertad.

Calcio en la adolescencia

Debido al desarrollo muscular, esquelético y endocrino acelerado, las necesidades de calcio son mayores durante la pubertad y la adolescencia que durante la infancia o la edad adulta. La masa ósea se adquiere a velocidades mucho más altas durante la pubertad que en cualquier otro momento de la vida. De hecho, las niñas acumulan aproximadamente el 37% de su masa ósea total desde los 11 a los 15 años de edad; por lo que la adolescencia es un momento crucial para la prevención de la osteoporosis.

La cantidad diaria de calcio es de 1.300 mg para todos los adolescentes con una ingesta máxima de 3.000 mg/día. La ingesta de calcio disminuye con la edad durante la adolescencia, especialmente entre las niñas. Las investigaciones sugieren que el elevado consumo de refrescos en la población adolescente contribuye a la baja ingesta de calcio debido a que reemplaza al consumo de leche.

Las intervenciones para promover el consumo de calcio entre los jóvenes deben iniciarse precozmente y deben estar enfocadas no solamente hacia el aumento de la ingesta de productos lácteos, sino también hacia la disminución de la ingesta de bebidas gaseosas y el aumento de la ingesta de alimentos ricos en calcio como el zumo de naranja enriquecido, los cereales listos para comer, el pan y otros cereales enriquecidos, las verduras de hoja de color verde oscuro y el tofu preparado con sulfato de calcio.

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Hierro en la adolescencia

Las necesidades de hierro aumentan durante la adolescencia para soportar la deposición de la masa corporal magra, el aumento del volumen de eritrocitos y la necesidad de reemplazar el hierro perdido durante la menstruación en las chicas.

 Las necesidades de hierro son más altas durante períodos de crecimiento activo en todos los adolescentes y están especialmente elevadas después de la aparición de la menstruación en las chicas adolescentes.

 La ingesta diaria recomendada de hierro en las chicas

Entre los adolescentes de sexo masculino, la ingesta recomendada es de:

Las necesidades de hierro se mantienen elevadas en las chicas después de los 18 años; pero caen de nuevo a los niveles previos a la pubertad en los chicos una vez completado el crecimiento y desarrollo.

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La mediana de la ingesta de hierro entre los adolescentes en EE.UU. es menor de la deseable. Las mayores necesidades de hierro, junto con la baja ingesta dietética de hierro, colocan a las adolescentes en riesgo de ferropenia y anemia ferropénica.

El rápido crecimiento puede disminuir temporalmente los niveles de hierro circulante, lo que provoca la anemia fisiológica del crecimiento. Durante la adolescencia; la anemia ferropénica puede afectar a la respuesta inmunitaria, disminuir la resistencia a la infección, así como la función cognitiva y la memoria de corto plazo

Fuente

L. Kathleen Mahan y Janice L. Raymond (2017). Krause. Dietoterapia, 14.ª ed., Elsevier España.

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