Nutrición en la mujer durante el embarazo Pt 1
La nutrición de la mujer durante el embarazo es uno de los principales determinantes de la salud materno-fetal debido a que las necesidades energéticas y en mayor proporción, la de muchas vitaminas y minerales están aumentadas.
Una alimentación deficiente en micronutrientes está relacionada con:
- Preeclampsia
- Partos prematuros
- Crecimiento intrauterino retardado (CIR)
- Bajo peso al nacer (BPN)
- Malformaciones congénitas
Numerosos estudios realizados en madres embarazadas de países desarrollados muestran ingestas y niveles en sangre deficitarios en micronutrientes, por lo que en estas situaciones la suplementación nutricional esta recomendada.
Entre los micronutrientes críticos para el normal desarrollo placentario y fetal se encuentran el:
- Yodo
- Hierro
- Calcio
- Además de ciertas vitaminas (B9, B6, C, A, D y E)
Micronutrientes importantes para la mujer embarazada
Yodo
El Yodo es indispensable en la síntesis de hormonas tiroideas, necesarias para el correcto desarrollo cerebral y mental, y la maduración ósea, pulmonar y cardíaca. A lo largo de la vida fetal y el recién nacido, el feto depende del suministro de hormonas tiroideas maternas, siendo la etapa más crítica del desarrollo cerebral las primeras 10-12 semanas.
Las necesidades de la madre gestante están aumentadas y su deficiencia se ha relacionado con abortos espontáneos, mortalidad perinatal, anomalías congénitas, crecimiento intrauterino retardado, cretinismo, sordomudez, estrabismo y alteraciones en el desarrollo cerebral y neurológico fetal y neonatal, siendo irreversible desde el nacimiento.
Hierro
Se estima que más del 40% de las mujeres embarazadas sufren anemia ferropénica, debido a deficiencia de hierro.
La deficiencia de hierro durante la gestación se ha relacionado con:
- Prematuridad
- Bajo peso al nacer
- Menor desarrollo físico y neurológico de los recién nacidos
- Enfermedades infecciosas
- Aumento de la mortalidad perinatal
Por otra parte, su exceso se ha relacionado con hiperviscosidad sanguínea, disminución de la perfusión placentaria, crecimiento intrauterino retardad, parto prematuro, alteraciones neurológicas y esqueléticas fetales y preeclampsia.
Concluyendo, tanto la deficiencia como el exceso tienen efectos negativos en el resultado del embarazo.
Su uso rutinario puede producir alteraciones gastrointestinales, aumento del estrés oxidativo y producción de radicales libres. Debido a esto se sugiere no ofrecer de forma rutinaria la suplementación con hierro en mujeres embarazadas. Además diversos autores muestran que la suplementación intermitente tiene efectos similares a la administración diaria; sin embargo se presentan menos efectos secundarios (estreñimiento, náuseas…) y menor riesgo de concentraciones altas de hemoglobina.
Calcio
Las necesidades de calcio están aumentadas durante el embarazo y su deficiencia se ha asociado con diversos problemas, entre ellos:
- Prematuridad
- Bajo peso al nacer
- Mineralización ósea deficiente
- Preeclampsia
La administración de suplementos de calcio (≥ 1 g/día) se asocia con una reducción del riesgo de preeclampsia casi a la mitad, en particular en madres con ingestas bajas, pudiendo ayudar a prevenir el parto prematuro.
La absorción de calcio está aumentada hasta un 40% en el embarazo; sin embargo, no se recomienda su suplementación en madres con ingestas adecuadas (3 lácteos/día), por lo que, se debe reservar a embarazadas con ingestas menores a 600 mg/día, adolescentes y aquellas con alto riesgo de preeclampsia.
La dosis recomendada por la OMS es de 1,5-2 g/día (dividida en tres dosis) desde la semana 20 hasta el final de la gestación.
Referencias:
Martínez García RM, Jiménez Ortega AI, Navia Lombán B. Suplementos en gestación: últimas recomendaciones. Nutr Hosp 2016;33(Supl. 4):3-7
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